Breve historia del Chevrolet Bel Air
La primera generación de los Chevrolet Bel Air nació en 1950, como casi todos los carros clásicos, con elementos revolucionarios o nunca antes vistos. Por supuesto, este nuevo vehículo estadounidense de alta gama no sería la excepción.
El Chevrolet Bel Air era un vehículo de dos puertas con una carrocería de techo rígido, pero con estilo similar al de un convertible. Su precio era en ese entonces de 1741 dólares y sus acabados en cromo en varias de sus partes lo hacían lucir como un auto de lujo.
Se ofrecían dos versiones, en cuanto al motor, del Bel Air: la versión estándar de 3,5 litros, 106 caballos de fuerza y caja de 3 velocidades y la versión del motor “Blue Flame” con 3,9 litros, 116 caballos de fuerza y pistones aluminio.
De esta primera generación, luego de su demostrado éxito, se empezaron a producir versionas coupé, 4 puertas y hasta convertibles.
La segunda generación del Bel Air empezó en 1955 hasta 1957 y fue cuando Chevrolet incorporó cajas automáticas Powerglide de dos velocidades y una opción V8. El nuevo motor era de 4,3 litros y 162 caballos de fuerza. Esto le permitía alcanzar 100 km/h en 12 segundos: velocidad y lujo.
Durante 1958 llegaría la tercera generación que traería un vehículo más largo, más bajo y mucho más ´pesado con un motor de 5.7 litros y 348 caballos de fuerza.
Sin embargo, para 1959 el Bel Air sufriría un cambio radical que, de alguna u otra forma, lo convertiría en un carro totalmente diferente al que se conocía. Las farolas estilo gato, las alas traseras y su aún más alargado tamaño lo hacían lucir otro vehículo.
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